En un marco general Francia, según el programa de su Presidencia, aborda esta responsabilidad desde ciertos principios y prioridades. 

Una Europa más soberana: reforzando el espacio Schengen, protegiendo las fronteras europeas, controlando la migración y mejorando la política de asilo, de acuerdo con los valores de Europa y sus compromisos internacionales; construyendo una Europa más fuerte y con mayor capacidad de acción en los ámbitos de la seguridad y la defensa; actuando en favor de la prosperidad y la estabilidad de sus vecinos, en particular a través de su compromiso en los Balcanes Occidentales y su relación renovada con África; y aportando soluciones a los desafíos globales.

Un nuevo modelo europeo de crecimiento: para hacer de Europa una tierra de producción, creación de empleo, innovación y excelencia tecnológica; en la que el desarrollo económico esté alineado con los objetivos climáticos; que apoye la innovación y el crecimiento de los actores digitales europeos y establezca sus propias reglas para el mundo digital; y que ofrezca empleos de alta calidad, altamente cualificados y mejor remunerados.

Una Europa humana: que escuche las preocupaciones expresadas por sus ciudadanos a través de la Conferencia sobre el Futuro de Europa; que defienda el Estado de Derecho y mantenga sus valores; que se enorgullezca de su cultura, confíe en la ciencia y el conocimiento, y se comprometa a luchar contra la discriminación y a asegurar un futuro para la próxima generación.

Estos principios se reflejan también en sus apuestas en el capítulo agrario. Tal y como el Ministro de Agricutura francés, Julién Denormandie se ha encargado de hacer saber a sus homologos de la UE, tratará en este semestre de impulsar los debates del Consejo sobre las normas de producción recíprocas en materia de medio ambiente y salud para los productos europeos y los productos importados de terceros países, con el fin de someter los productos importados a determinados requisitos de producción aplicados en la Unión Europea cuando sea necesario, para reforzar la protección de la salud o del medio ambiente a la mayor escala posible, de acuerdo con las normas de la Organización Mundial del Comercio ("cláusulas espejo"). Estos trabajos darán prioridad a la introducción de cláusulas espejo sectoriales.

La Presidencia también iniciará los trabajos sobre el reglamento relativo a las importaciones libres de deforestación que supondrá un paso importante para que se tengan más en cuenta las normas de producción de los productos importados.

En segundo lugar, prestará especial atención a la agricultura con bajas emisiones de carbono y a la captación de carbono en los suelos agrícolas para dar un paso adelante en la construcción de un mecanismo europeo que introduzca etiquetas reconocidas de bajas emisiones de carbono en toda Europa y compense las acciones contra el cambio climático realizadas por las explotaciones agrícolas y forestales.

Igualmente, la Presidencia francesa promoverá iniciativas para acelerar la transición agroecológica, lo que forma parte de la estrategia "de la granja a la mesa" para lograr sistemas alimentarios justos, sanos y respetuosos con el medio ambiente. También se señala la intención de poner en marcha los trabajos de revisión de la Directiva sobre el uso sostenible de los plaguicidas (SUD) para acelerar la reducción del uso de plaguicidas en la Unión Europea y promover y desplegar un aumento en el uso de alternativas, velando por que ningún agricultor se quede sin solución. El propósito de este trabajo es lograr una definición más coherente de los objetivos y la aplicación de las normas en la Unión Europea y preservar la soberanía alimentaria de la UE, incluso en términos de normas de producción recíprocas.

Además de estas iniciativas, la Presidencia se dispone a hacer avanzar los trabajos sobre la propuesta de reglamento relativo a las estadísticas sobre los insumos y la producción agrícolas, con el fin de obtener un acuerdo entre los colegisladores para actualizar el marco normativo que regula la recogida de estos datos; los trabajos de revisión de la legislación europea sobre indicaciones geográficas para reforzar este modelo único en el mundo que protege la calidad de los productos europeos y está orientado a la sostenibilidad de los métodos de producción y trabajar en la revisión de la política de promoción de productos agrícolas de la UE con el fin de reforzar esta política clave, garantizando al mismo tiempo su coherencia con los objetivos del Pacto Verde Europeo.

La Presidencia francesa también tiene la intención de promover la influencia de la Unión Europea en los organismos multilaterales en las cuestiones relativas a la agricultura, en sentido amplio, y a la alimentación. En este sentido, apoyará la transición hacia sistemas alimentarios sostenibles y velará por la coherencia de las estrategias, decisiones y normas de estos organismos internacionales con el Green Deal europeo, sus estrategias asociadas y la normativa europea.

Por último, pero no menos importante, la Presidencia iniciará la reflexión sobre la estrategia de prevención y control de la gripe aviar altamente patógena y el intercambio de experiencias entre los Estados miembros en materia de bienestar de los animales de granja. También abordará los desarrollos necesarios para la Ley de Sanidad Vegetal con respecto a las actividades de control de las importaciones y la certificación del comercio de plantas entre los Estados miembros.

En el capítulo medioambiental, pueden destacarse como elementos prioritarios para la Presidencia francesa seguir aplicando el Pacto Verde Europeo y coordinar los trabajos en torno a cuatro componentes principales: acelerar la transición hacia una economía descarbonizada para conseguir la neutralidad climática en 2050; reforzar las medidas para preservar la biodiversidad; promover una economía más circular y sostenible; y lograr la transición hacia un medio ambiente más saludable reduciendo el impacto de la contaminación en el medio ambiente y en la salud. Esta labor se enmarcará en los compromisos internacionales de la UE, en particular el Acuerdo de París y las normas de la OMC.